Ubicación de la calle: Vía que da acceso a la Barriada por el sur, entre un lateral del complejo de El Fuerte y el sector San José de Salamanca. La avenida de Andalucía la corta en dos antes de llegar a la plaza Pío XII. (Fuente: proyecto Carranque)
Descripción del nombre de la calle:
Leyenda sobre la Virgen de la Estrella
Hace muchos, muchos años, numerosos caballeros de estas tierras combatieron en campos lejanos bajo las banderas de reyes deseosos de extender sus fronteras. Uno de estos paladines fue Diego de Enciso. En la que iba a ser su última campaña dejó de ver las cumbres de la Sierra de San Cristóbal cuando nacía la primavera y cabalgó con su mesnada para unirse al rey de Castilla y León. Varios meses resonaron las espadas y crujieron las lanzas hasta que los guerreros se albergaban en un antiguo Hospital de peregrinos, ahí donde se alza el visitadísimo santuario de la Virgen del Camino.
Soplaba diciembre; la nieve resplandecía en el monte Teleno. Aquella mañana, Diego habló con el rey:
-
Señor, tengo deseos de partir hacia mi tierra. Algo me dice que en mi
hogar me espera una buena nueva.
- Así sea, Diego. La
campaña ha sido dura; mereces volver con los tuyos. Quisiera recompensarte
con un título o con alguna cantidad de dinero.
- No ambiciono honores
ni pecunias, mi señor, pero sí anhelo regresar con una persona especial
que se halla en este albergue.
- Concedido, siempre
que no fuerces la voluntad de nadie.
- Quiero esa imagen
de la Virgen, cuyo Niño tiene un pajarito en la mano.
- Tuya es. Que ella
te guíe siempre.
Y hacia sus tierras partió Diego con doce hombres de El Villar, Escorquilla, Garranzo, Navalsaz, Las Ruedas, Valdevigas y Poyales. Pasada Mansilla de las Mulas, aquella noche los penetrantes aullidos de los lobos no presagiaban nada bueno. Cabalgaban la mañana por el monte de Valdelocajos cuando se vieron sorprendidos por gran número de bandidos.
- ¡Nos triplican en número!. ¡Todos alrededor de la Virgen!
La lucha fue terrible; murieron seis de los guerreros serranos. El resto sufrió el día sepultando a los compañeros y a los asaltantes fallecidos, abandonados por sus pinches.
- No podemos viajar de este modo porque la fama de la imagen ha trascendido y la emboscada puede repetirse en cualquier otro lugar; cabalgaremos de noche -habló el capitán Diego.
-
¿Cómo nos orientaremos?
- Eso es lo que no sé.
Se abalanzó la noche sobre el camino al mismo tiempo que una estrella rutilante comenzó a marchar por el cielo. El astro los condujo hasta Sahagún, Carrión, Frómista, Burgos. La belleza de la escultura llamaba la atención por dondequiera que iban. La emboscada los acometió de nuevo cerca de la Fuente de Mojapán, en los temibles Montes de Oca. Los mercenarios surgieron de la oscuridad gritando:
- ¡La imagen!, ¡la imagen es lo que vale! - ¡Todos alrededor de la Virgen! -bramó Diego.
Llegó, herido en una pierna, con dos compañeros hasta la Calzada, donde un artesano unió el pajarito a la mano del Niño, ya que la avecilla había sido desgajada por un tajazo de espada. En el atardecer de Nochebuena, al divisar el caserío de Enciso, el corazón del campeador se ensanchó; las herraduras esparcieron chispas de alegría al entrar por la puerta de Santolino; le faltó tiempo para subir a casa.
- Mira qué Virgen, María; Ella es la Estrella que me ha guiado. Abrazando a su esposa, notó un pequeño bulto en la cama.
- Mira qué niño, Diego; acaba de nacer; su esperanza me ha mantenido desde
que te fuiste. Tomó el padre el hijo en los brazos. - ¡Tiene la misma
cara que el Niño de la Estrella!. Le pondremos de nombre Jesús.
Este
acontecimiento nos visitó hace muchos, muchos años. Hoy en Enciso posee
una magnífica iglesia con la advocación de Nuestra Señora de la Estrella. (Fuente:
www.encisonet.com)
Foto: www.elincensario.blogspot.com
Fotos de la calle:
Fotos: Proyecto Carranque
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